Capítulo 1

LA MOVILIDAD EN EL DESARROLLO DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO

La movilidad sostenible un aspecto clave en el desarrollo del Oriente antioqueño

María Isabel Gómez David

Doctorada en Estudios Territoriales
de la Universidad de Caldas

En memoria de
Rodrigo Salazar Pineda

El desarrollo es un fenómeno que permite desplegar capacidades en un territorio para que crezca y progrese desde todos los ámbitos. A su vez, debe ser capaz de mantener un equilibrio entre la conservación del medio ambiente, los aspectos económicos y sociales. Desde el punto de vista sistémico, el desarrollo debe planificarse de modo que se produzca equilibradamente en todo el territorio y no se dé, de manera desordenada e insostenible. El instrumento por excelencia para esta Planificación es el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).  

El desarrollo desequilibrado desconecta, fragmenta el territorio; deja a las personas sin acceso a educación, cultura, salud, empleo, y demás servicios, generando conflictos y asimetrías.

Uno de los problemas de planificación más relevantes en las últimas décadas ha sido la movilidad; disponer de una oferta de infraestructuras, medios y servicios de transporte adecuados para satisfacer las necesidades de desplazamiento de las personas, los flujos de mercancías y los bienes de capital que circulan en un territorio, es fundamental. La forma como las personas se desplazan cotidianamente para suplir necesidades y cómo ello, genera una conexión en el territorio, es objeto de análisis en la planificación y debe armonizar la estructura espacial.   

Para Estevan y Sanz (1996), “la movilidad” (…) es una variable cuantitativa que mide el número de viajes realizados por personas o mercancías en un sistema o ámbito socioeconómico.

En la medida en que los espacios de un territorio, estén más conectados entre sí, será más fácil para las personas acceder a bienes y servicios, y la ocupación del territorio será más atractiva.

El componente de movilidad en los Planes de Desarrollo Municipales (PDM) y Planes de Ordenamiento Territorial (POT) entre el año 2010 hasta el año 2018, en los municipios de Rionegro, Marinilla, La Ceja, Guarne y El Carmen de Viboral, es el que mayor número de estrategias presenta, sin embargo, estas se han enfocado en mejorar la movilidad vehicular, a través de la pavimentación de vías y a accesibilidad rural con placa huella, y muy poco a la cooperación y coordinación con otros municipios para resolver los aspectos clave de la movilidad y el transporte. A excepción del municipio de Rionegro, no se observa en otros municipios, propuestas claras y ambiciosas de transporte público que contribuyan a brindar soluciones reales al problema de la movilidad en el Oriente antioqueño.

En este mismo período se observa, que los proyectos adelantados en la subregión, están concentrados en mejorar la conexión y disminuir los tiempos de desplazamiento entre el área metropolitana del valle de Aburrá y los municipios del Valle de San Nicolás, privilegiando el transporte privado y de carga, y muy tímidamente, en infraestructuras y obras que mejoren la movilidad entre los mismos municipios de la subregión, especialmente en lo referente al transporte público.

En el análisis de movilidad, realizado por el Centro de Estudios Territoriales de la Universidad Católica de Oriente en el año 2017, se observa que, en Antioquia, de los 20 municipios que tienen el mayor número de viajes, nueve son municipios del Oriente antioqueño; Rionegro, Marinilla, Guarne, La Ceja, El Santuario, El Carmen de Viboral, El Retiro, San Vicente Ferrer y el municipio de El Peñol, en la zona de embalses, en su conexión con Guatapé. Esto confirma su condición como un sistema de centralidades a diferentes escalas que requieren de una intervención inmediata de manera articulada[1]

1 Análisis de movilidad del Centro de Estudios Territoriales Universidad Católica de Oriente, basado en datos del peaje Concesión DEVIMED y proyecciones túnel de Oriente, 2016

La distribución de pasajeros por día entre el Valle de Aburrá y el valle de San Nicolás2, para el año 2015, oscilaba entre 170,099 y 227,964, y para el año 2016, entre 193,083 y 260,351, para un promedio total de 227.077 pasajeros. Este flujo estaba distribuido así: el 6% Escobero, 17% Palmas, 46% Copacabana, 2% Santa Elena y el 29% para la proyección con el Túnel de Oriente, observándose un aumento aproximado del 12% en estos dos años.

Referencias

Piedrahita-Bustamante, M. J. (2023). Análisis comparado de la garantía de derechos urbanos en la aglomeración urbana de Rionegro, oriente de Antioquia (2014-2018). Territorios 49, 1-26.

Tráfico y proyección de pasajeros entre Valles – María Isabel Gómez David

Es de anotar que, en esta situación hay una relación directamente proporcional, es decir, en la medida en que se desarrollan más proyectos para la conexión entre estos dos valles, también los vínculos por las relaciones económicas, entre ellos aumenta. Un ejemplo de ello lo vemos precisamente con el túnel de Oriente, que para el año 2022, solamente en el paso por el túnel, el tráfico promedio diario de vehículos alcanzó 27.000, lo que desbordó la proyección que se tenía respecto al crecimiento vehicular por esta ruta.

Actualmente, uno de los macroproyectos territoriales más importante que tenemos en la planificación de Antioquia y el país, es el Plan Maestro de Transporte y Logística de Antioquia, proyección al 2040, que, si bien es un gran acierto para el desarrollo del país, este por sí solo, no resuelve el problema en el ámbito regional.

De acuerdo con lo que hemos analizado hasta este punto, es importante poner atención sobre los siguientes aspectos:

  • Reflexionar sobre los proyectos que estamos diseñando. Al no tener la mirada macro de la planificación de largo plazo, los proyectos diseñados, no resuelven los problemas de la movilidad, sino el conflicto del momento, la necesidad puntual de congestión vehicular; se planifica con la proyección del escenario actual y no sobre aquel que prepare a la región respecto a la capacidad de recepción que tendría la subregión en el futuro.

 

  • Construir infraestructura vial enfocados en la disminución de la congestión del transporte privado, traslada el problema, no lo resuelve; construir infraestructura de transporte para habilitar rutas, disminuye el uso del transporte privado. Podemos tomar la decisión de mejorar la infraestructura para que se transporten 127 vehículos o para que un bus articulado transporte 127 pasajeros en cada viaje.

 

  • Es fundamental para la subregión, fortalecer las alianzas que permitan mejorar los puntos de conexión entre los municipios, que orienten sus esfuerzos para trabajar en acciones concretas, articuladas y concertadas para lograr infraestructuras y servicios de transporte público de mejor calidad; renovadas, ecológicas y automatizadas. En la medida en la que esto se logre, el espacio vial se optimiza, el tiempo de desplazamiento se reduce, el consumo de energía será más eficiente, la congestión y la contaminación disminuyen, y se brindará un mejor servicio de transporte, con más cobertura, seguridad y confort.

 

    • Promover acciones de planificación conjunta, que contribuyan a una adecuada distribución del uso del suelo para la localización de infraestructuras de carácter regional y de los sistemas estructurantes, de modo que posibiliten la integración funcional y de esta forma, desarrollar el territorio, más allá de la simple jurisdicción, como un reto en la planificación y no un componente de ella; la movilidad sostenible como un aspecto clave en el desarrollo del Oriente Antioqueño.

 

    • Hay que recordar que la jurisdicción se establece como una estrategia para facilitar la gobernabilidad, no para delimitar el espacio geográfico del territorio en su planificación.

 

    • La comunicación entre los actores, como otro aspecto fundamental para planificar articuladamente el territorio.

 

  • Reflexionar en torno a qué agentes se deben sumar, cuáles son aquellos que aún faltan en la mesa para conversar y discutir sobre esta problemática ahora se hace más necesario; trasladarla no la resuelve, no mejora las condiciones de vida y el bienestar de todos los que ocupamos el territorio.

Las mesas están instauradas y hay convocatoria para ello, pero necesitamos a todos los actores, no la representación de algunos sectores. Seguramente, hay muchos visionarios en nuestra región con iniciativas y proyectos que aporten a resolver esta problemática, pero si éstos, no tienen representación; actores con poder y presencia en los órganos de decisión, será muy difícil que tengan eco y avancen en su ejecución.

Es necesario advertir que, sobre la movilidad en el Oriente, el tema no está agotado, y con esta entrega se busca dejar una reflexión e invitar a los distintos actores, para que lleguen a este espacio y con su conocimiento aporten nuevas visiones, desde los diferentes modos y medios dentro de los cuales nos movilizamos y desarrollamos el territorio. La discusión queda abierta.