30 de Abril de 2020
Génesis de Sonsón: controvertida fundación
Muchos campesinos sin tierra, pobres y motivados con la promesa de recibir parcelas o solares migraron del Altiplano del Oriente y se asentaron en Sonsón cuando este aún era un caserío. Las tierras fértiles y la variedad de climas atrajeron a muchos que con hacha en mano y a lomo de mula desmontaron los bosques y echaron semilla para formar su hogar.
En 1787 el visitador español don Antonio Mon y Velarde, conocido como el regenerador de Antioquia, resolvió la fundación de la colonia de San José de Ezpeleta a petición de 35 colonos de Marinilla y Rionegro. Las tierras se encontraban dentro de la concesión Villegas, por lo que se presentó un litigio entre el terrateniente y los colonos.
La primera fundación a finales del siglo XVIII fracasó porque la zona donde se situó no tenía un clima benigno y las tierras circundantes eran muy quebradas y escarpadas. Los colonos, inconformes con el sitio, exploraron la zona alta de la cordillera Central y al divisar el valle del Capiro decidieron trasladar la población allí. Este valle es donde ahora se encuentra el casco urbano del municipio de Sonsón. La fundación se efectuó el 4 de agosto de 1800
Para 1807 José Joaquín Ruiz y Zapata, como juez poblador de San José de Ezpeleta de Sonsón, solicitó al virrey Amar y Borbón que le cediera dichos terrenos para ser comprados y donados a los colonos. El virrey aceptó y Ruiz y Zapata pagó 2 mil castellanos de oro por la tierra al terrateniente Felipe Villegas.
De la primera fundación existen numerosas hipótesis y sitios. De acuerdo con Alberto José Londoño, historiador de la Universidad de Antioquia y especialista en la historia local “hay muchas versiones de historiadores empíricos, especialmente religiosos, que escribían sobre la fundación de Sonsón. Pero hay errores y controversias porque ellos narraban basados en la historia oral”.
Con el ánimo de unificar hipótesis y tener una versión única, rigurosa y cercana a la realidad sobre la fundación de Sonsón, desde el Centro de Historia del municipio se tiene el proyecto de confrontar documentos. Para tal fin se ha consultado en los archivos municipales, Casa de la Convención de Rionegro, Archivo Histórico de Antioquia, Archivo General de Medellín y el Archivo Nacional en Bogotá.
El esplendor sonsonés
Entre 1851 y 1912, Sonsón era el municipio más grande entre Medellín y Cali; y desde 1912 hasta 1938 era el más poblado entre la capital de Antioquia y Manizales. Desde su fundación misma atrajo a muchos colonos, pues en 1800 ya registraba 1.235 habitantes de acuerdo con el primer censo llevado a cabo por el alcalde Ignacio Betancur.
Su ubicación estratégica en la confluencia de caminos entre Medellín, Bogotá, Mariquita y las zonas que estaban siendo colonizadas en el Viejo Caldas, hicieron de Sonsón una ciudad próspera y eje comercial del sur de Antioquia.
Años | Sonsón | Abejorral | El Retiro | Rionegro | Marinilla | Envigado | Jericó | Salamina | Manizales |
1.851 | 10.244 | 6.301 | 6.115 | 8.099 | 3.414 | 4.705 | 630 | 7.559 | 2.809 |
1.870 | 11.841 | 7.814 | 5.722 | 9.155 | 5.518 | 5.735 | 8.191 | 7.792 | 10.562 |
1.905 | 13.935 | 8.136 | 5.785 | 11.809 | 5.641 | 6.527 | 11.593 | 9.116 | 14.603 |
1.912 | 29.265 | 17.492 | 5.519 | 15.169 | 8.233 | 8.702 | 15.215 | 8.479 | 16.352 |
1.938 | 33.614 | 27.568 | 6.102 | 17.845 | 13.907 | 14.022 | 18.105 | 26.481 | 86.027 |
1.951 | 41.002 | 37.534 | 5.627 | 21.803 | 14.273 | 28.797 | 16.276 | 30.761 | 126.201 |
1.964 | 40.316 | 30.757 | 8.036 | 30.637 | 17.466 | 61.646 | 21.485 | 39.652 | 221.916 |
1.985 | 39.017 | 25.335 | 11.126 | 56.195 | 31.310 | 91.391 | 15.083 | 23.511 | 293.573 |
2.005 | 38.779 | 20.249 | 16.976 | 100.502 | 45.548 | 174.108 | 12.789 | 20.288 | 379.972 |
2.018 | 31.861 | 17.599 | 20.700 | 116.400 | 55.230 | 212.437 | 11.257 | 16.759 | 400.436 |
De Sonsón partieron huestes colonizadoras hacia los modernos departamentos de Caldas, Risaralda y más tardíamente Quindío, norte del Valle del Cauca y parte del noroccidente del Tolima. Podría decirse que los 53 municipios del Eje cafetero tienen entre sus fundadores a un sonsoneño o sonsoneña, o recibieron de Sonsón herramientas, maquinaria, semillas o préstamos de dinero. Sonsón es, en consecuencia, el abuelo de decenas de pueblos regados en el espinazo de la cordillera Central andina.
“Sonsón era el centro de toda la región hacia el sur hasta el río Chinchiná, y se convirtió en proveedor de manufacturas”, narra el historiador sonsoneño Alberto José Londoño. Esto hacía que muchos colonos del Altiplano del Oriente o incluso de Medellín y Envigado pasaran por Sonsón con el fin de abastecerse y comprar herramientas que les servirían en su travesía y posterior asentamiento.
En 1896 se sembró por primera vez café en las zonas templadas del municipio. El consumo de este grano se introdujo en Estados Unidos gracias a la gestión mercantil del comerciante sonsoneño, Alejandro Ángel. La exportación de café comenzó a principios del siglo XX y se volvió un rubro muy importante en Sonsón, permitiendo amasar fortunas y dejar buenas ganancias a los campesinos comunes.
La acumulación de capital producto del comercio con los colonos que iban al sur, el cultivo de café para exportar y la fundación de nuevas poblaciones en el Viejo Caldas despegaron la industria sonsoneña. Para principios del siglo XX la pujanza no se centró más en la fundación de pueblos sino en el emprendimiento y la creación de industria.
“En Sonsón había chocolaterías, cigarrerías, casas comerciales, bancos y fundiciones que fabricaban dínamos (generador eléctrico), despulpadoras de café y trilladoras de maíz” explica el historiador Londoño. Sonsón era líder en producir harina de trigo y maíz gracias a sus molinos y abundantes cultivos, mientras que sus telares y empresas textiles destacaban en la fabricación de alfombras y ropa de tierra fría.
Había una floreciente vida intelectual y muchos hijos de industriales estudiaban en universidades de Medellín y Bogotá, en tanto las familias más privilegiadas enviaban a su prole a Europa y Estados Unidos. En 1917 se editaban e imprimían siete periódicos, reflejo del notorio flujo de ideas que vivía la localidad. La educación básica era central para la vida de muchos sonsoneños, tanto así que desde fechas tan tempranas como 1807 existiese escuela pública en el municipio.
Esta prosperidad había llevado a Sonsón a la cima y le había permitido construir teatros, la monumental iglesia de granito, el cementerio y múltiples edificios símbolos de la grandeza sonsoneña. “La acumulación de capital entre 1870 y 1910 debido al café y sobre todo a la venta de productos y servicios a los municipios que estaban naciendo dejó infraestructura monumental que hoy nos habla de un pasado y de cómo Sonsón aportó al desarrollo de la región y el país”, sostiene José Fernando Botero, técnico operativo en cultura y patrimonio de Sonsón. Sin embargo, a partir de 1930 comenzó el declive.
Sonsón, el resiliente
La resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas.
Al declive del municipio y a la llegada de los grupos armados, Sonsón logró sobreponerse y es, hoy día, un ejemplo. Los sonsoneños han sabido explotar su rico pasado e historia, y han encontrado en el turismo cultural una apuesta para generar ingresos. Con sus numerosos museos no en vano es conocido como “ciudad museo”.
Las Fiestas del Maíz y el legado arquitectónico de la Colonización son elementos que recuerdan su época dorada. Por tanto, “de ser declarado el centro histórico de Sonsón como bien de interés de carácter nacional podríamos entrar a la red de pueblos patrimonio y con ello empezar a aparecer en el mapa turístico y recibir recursos para recuperar el centro histórico” dice José Fernando Botero, técnico operativo en cultura y patrimonio de Sonsón.
El conflicto armado comenzó en la década de los 80, cuando la guerrilla de las FARC incursionó en el Oriente e hizo presencia en la zona de páramo con el frente 47. A mediados de los 90 entraron los paramilitares, inicialmente en el Magdalena Medio, y después por todo el municipio. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación, durante la violencia hubo 384 secuestros 87 víctimas de minas antipersona, y entre 1985 y 2012, fueron desplazadas 16.836 personas.
Como respuesta a esa violencia, en el 2009 se gestó el Costurero Tejedoras por la Memoria de Sonsón como un proceso de sanación personal y colectiva en torno a los duelos que dejó el conflicto armado. Esta iniciativa es un escenario para reconocer el dolor que dejó la violencia, pero transformarlo a través de la aguja, en hilos de reconciliación y telas de resiliencia. Donde antes hubo minas y pasaron fusiles, hoy hay veredas y corregimientos con campesinos “andariegos, negociantes, luchadores, amables y despiertos”, como los describe el sonsoneño Nelson Valencia. Sonsón, para la sonsoneña Gabriela Londoño, se resume en “cultura, sencillez y solidaridad”.
Casos como estos muestran que el pueblo sonsoneño es resiliente, se supo sobreponer a las dificultades y salir adelante manteniendo su entereza moral y su legado ancestral.
Textos y Fotografías: Felipe Osorio Vergara
Desarrollo: 2480 Studio
La Prensa 2020